Esta es la historia de una mujer africana que, después de años de un trato horrible, profesaba que nunca habría llegado a conocer a Jesús ni habría entrado en su Iglesia, si no hubiera sido secuestrada.
Lo más importante que podemos hacer por nuestros hijos es fomentar su discipulado y enseñarles a vivir de tal manera que Jesús sea verdaderamente el centro de su vida.
Estoy redactando estas palabras el 11 de octubre de 2022, cuando se cumple el 60.° aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, sin duda el evento eclesial más trascendental del siglo XX.