| Por Hna. Guadalupe Flores

Vivir la Cuaresma

Durante todo el año, celebramos diferentes momentos dentro del calendario litúrgico. Este mes celebramos la Cuaresma, uno de los tiempos más importantes de nuestro calendario. Este tiempo se inicia con el Miércoles de Ceniza. El Papa Francisco, refiriéndose a la Cuaresma en su audiencia general, dijo que la ceniza del miércoles que se coloca en la frente “nos recuerda que la mundanidad es como el polvo, que un poco de viento es suficiente para llevársela” (15 de abril 2022). Esta frase nos lleva a profundizar el sentido del miércoles de ceniza y la cuaresma.

La cuaresma es un tiempo litúrgico que se celebra dentro de la iglesia católica cada año. Igualmente la celebran algunas iglesias evangélicas, aunque inician y concluyen en diferentes fechas. Todo esto es en preparación de la Pascua.

La Cuaresma inicia el Miércoles de Ceniza y concluye antes de la celebración del Jueves Santo, es decir de la “Misa de la Cena del Señor”.

Todos los católicos en esta época estamos llamados a fortalecer nuestra fe, por medio de una serie de actos devocionales, como: la penitencia y la reflexión. No deberíamos considerar este tiempo como un tiempo triste, sino al contrario es un tiempo de meditación y recogimiento. Por lo que podemos decir que este tiempo es por excelencia un tiempo de conversión y penitencia.

LA CUARESMA

La palabra “cuaresma” proviene del latín “Quadragesima”, que significa cuarenta días, y es un periodo en el que todos los católicos se preparan para el día de la Resurrección de Cristo, es decir la Pascua. Este es el tiempo litúrgico que fue destinado por la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Católica Ortodoxa, y la Iglesia Anglicana. También es celebrada por algunas iglesias evangélicas. Su inicio y duración son en diferentes momentos.

Según El Catecismo de la Iglesia Católica, Cuaresma es el tiempo litúrgico que dura cuarenta días y empieza el Miércoles de Ceniza y termina con la celebración del misterio pascual (Triduo Pascual). En este periodo del año litúrgico de la Iglesia Católica, la Cuaresma es primeramente un tiempo penitencial que recuerda los 40 días que Jesús pasó en el desierto en ayuno y oración (CIC 440, 1095, 1438).

El número cuarenta hace referencia a varias citas bíblicas. Al mismo tiempo, simboliza el tiempo que Jesús estuvo en el desierto antes de iniciar su vida pública (Mt 4, 1-4). De igual manera, simboliza los 40 días que duró el diluvio (Gen 7, 17). Asimismo, se refiere a los 40 años que el pueblo judío camino por el desierto donde Dios mismo los alimentó: “Los israelitas comieron el maná por espacio de cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Lo estuvieron comiendo hasta que llegaron a los confines del país de Canaán” (Ex 16, 35).

Durante este tiempo, los católicos estamos llamados a vivir profundamente nuestra fe, practicando una variedad de actos devocionales como el ayuno, la oración y limosna. Los cinco domingos de la Cuaresma y más el Domingo de Ramos son 6 domingos de Cuaresma.

En las lecturas correspondientes de este tiempo litúrgico, los temas principales son la conversión, el arrepentimiento, la penitencia y el perdón. Este ciclo es un periodo de meditación y recogimiento. Por lo tanto, este periodo es un tiempo de arrepentimiento y conversión. Por esta razón en la Misa no se canta el Gloria después del acto penitencial (sólo se canta el Jueves Santo, en la Misa de la Última Cena del Señor), tampoco se canta el Aleluya antes del Evangelio.

El color litúrgico de este ciclo es el morado, que se relaciona con el duelo, la penitencia y el sacrificio. En cambio, el cuarto domingo se utiliza el color rosado y el Domingo de Ramos se utiliza el color rojo relacionado a la Pasión del Señor.

San Anselmo, en su sermón 77, nos reafirma todo lo anteriormente mencionado sobre Cuaresma. Con esta sencilla y profunda reflexión dice: “la Cuaresma es el tiempo santo por excelencia y es cuando los cristianos deben redoblar sus esfuerzos con el fin de santificarse”.


La hermana Guadalupe Flores, OLVM, es la coordinadora de Formación de Fe de Adultos para la oficina del Ministerio Hispano. Envíele un correo electrónico a gflores@charlestondiocese.org.