
La credencia en la celebración de la Eucaristía
En nuestra Iglesia, diferentes elementos permiten que nuestra celebración litúrgica fluya de manera que sea verdaderamente un encuentro vivo con Cristo y nos permita celebrar nuestro encuentro personal con Dios y la comunidad. En esta reflexión, me gustaría considerar la importancia de la credencia en la celebración de la Eucaristía.
En nuestra Iglesia, diferentes elementos permiten que nuestra celebración litúrgica fluya de manera que sea verdaderamente un encuentro vivo con Cristo y nos permita celebrar nuestro encuentro personal con Dios y la comunidad. En esta reflexión, me gustaría considerar la importancia de la credencia en la celebración de la Eucaristía.
El significado
La palabra “credencia” proviene del latín credens, que significa “creyente”. Según el diccionario Larousse, credencia es “una mesa o repisa que se pone inmediata al altar para tener a mano lo necesario para la celebración de los divinos oficios”.
La credencia –dentro del contexto litúrgico– es una mesita auxiliar situada en el presbiterio, generalmente a la derecha del celebrante. Al encontrarse cerca del altar, destaca su importancia. En ella se colocan algunos elementos que se utilizarán en la celebración litúrgica.
Elementos colocados en la mesa
Según la Instrucción General del Misal Romano (IGMR), los elementos que se deben colocar en la credencia, antes de la celebración litúrgica o Misa, son los siguientes:
- Cáliz: es la copa donde se coloca el vino para su consagración, el cual se convertirá en la Preciosa Sangre de Cristo.
- Corporal: es una tela cuadrada de lino blanco que se extiende sobre el altar durante la Misa y está debajo del cáliz y la patena.
- Purificador: es el lienzo que se utiliza para enjuagar el cáliz durante la celebración de la Misa.
- Palia: es una tela rectangular que se coloca sobre el cáliz para evitar que las partículas consagradas caigan.
- Patena: es un plato dorado que se utiliza para colocar la Hostia que será consagrada.
- Copones: es una vasija dorada de oro que se utiliza para la distribución y reserva de las hostias
- Vinajeras: son los vasos que contienen el vino y agua para la mezcla que se utilizara en la Consagración
- Caldereta: es el recipiente donde se coloca el agua para la bendición y aspersión.
- Elementos para la ablución de las manos: se refiere al agua, y una toalla que el sacerdote utiliza para lavarse las manos antes de la Consagración.
Todos los elementos que se colocan en la credencia pueden variar de acuerdo con las tradiciones locales o a lo que se necesite en cada celebración litúrgica. También nos indica que: “Es loable que se cubra el cáliz con un velo, que pueda ser del color del día o de color blanco” (IGMR 118). De esta manera respetamos la tradición de la Iglesia.
En la antigüedad, los objetos litúrgicos eran colocados en nichos que se encontraban en las paredes de los templos. Al transcurrir del tiempo, los nichos se sustituyeron por arcas y armarios en donde podían conservarse los objetos litúrgicos. A lo largo del tiempo, surgieron las sacristías y aparecieron las mesas o credencias, donde se colocaban y se continúa colocando los objetos litúrgicos.
La importancia en la celebración litúrgica
La credencia, una presencia visible junto al altar, es un recordatorio a todos de tener fe y confianza en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. El poner todos los elementos sagrados en la credencia significa un hecho de preparación y reverencia que anticipa la Consagración y Comunión. El Misal Romano nos dice: “En primer lugar se prepara el altar o la mesa del Señor, que es el centro de toda la Liturgia Eucarística, y sobre él se coloca el corporal, el purificador, el Misal y el cáliz, que puede también dejarse dispuesto en la credencia” (RM Cap 3 #49).
El simbolismo del mantel blanco
El mantel blanco es la pureza y santidad de todos los elementos sagrados que son colocados sobre la credencia. Mostrándonos que todo lo que se ha colocado son objetos litúrgicos sagrados y merecen nuestro respeto y reverencia. El color blanco simboliza la pureza y, al mismo tiempo, es digno de ser utilizado para momentos importantes de una celebración litúrgica.
La importancia en una celebración eucarística
Según la instrucción del Misal Romano, es necesario tener una credencia dentro una celebración eucarística, pero aclara que no es necesario tener una credencia en todas las celebraciones. Por tanto, en iglesias pequeñas o celebraciones menos formales, los elementos sagrados se ponen directamente en el altar.
Podemos afirmar que la credencia es un símbolo visible que nos invita a prepararnos espiritualmente para un encuentro íntimo con Cristo vivo al celebrar la Eucaristía en comunidad, y a ser conscientes de la necesidad de prepararnos para la Eucaristía, como es necesario preparar la credencia antes de la celebración litúrgica.
La hermana Guadalupe Flores, OLVM, es la coordinadora de Formación de Fe de Adultos para la oficina del Ministerio Hispano. Envíele un correo electrónico a gflores@charlestondiocese.org.