Los Padres Transmitiendo Valores
En estos meses, hace apenas un año, no estábamos seguros de si el año escolar se reiniciaría en persona o continuaría en línea. Estuvimos viviendo momentos de incertidumbre en todos los aspectos: económicos, sociales, políticos y religiosos. Especialmente en el aspecto emocional, de una u otra manera, todos hemos sido afectados.
Frente a toda esta realidad, uno de los sectores que ha sido más afectado por la pandemia en el año 2020 fue la educación a nivel mundial. En la actualidad, paulatinamente estamos volviendo a la normalidad, incluyendo nuestra diócesis.
Por este motivo, debemos tener en cuenta que la educación es muy importante para el desarrollo integral de la persona. Siempre se ha dicho que la educación se inicia en el hogar en un ambiente familiar; principalmente la educación en la fe. Por lo tanto, los padres están llamados a dar testimonio en la vida cotidiana.
Nosotros tenemos un vivo ejemplo de educación en la Sagrada Familia. José y María le dieron formación en la Fe a Jesús, mientras él vivía y crecía con ellos. Ellos educaron a Jesús no solamente con palabras sino con su testimonio de vida. Ellos le enseñaron desde muy niño a amar y obedecer a Dios en toda circunstancia.
María, como buena madre, le enseñó a orar desde niño para poder enfrentar cualquier dificultad que se le presentase. José fue el modelo de padre terrenal para Jesús y le enseñó valores como la obediencia, el respeto, la justicia, y la oración que perduraron toda su vida.
Estos mismos valores se inculcan en nuestra Escuela de Fe, dándoles una formación sólida en la fe católica, para que ellos puedan transmitir lo que han aprendido a sus hijos y en su ministerio de una manera más efectiva y verídica.
El Papa Francisco en su exhortación apostólica Amoris Laetitia nos confirma la misión que tenemos como cristianos y nos dice: “Las comunidades cristianas están llamadas a ofrecer su apoyo a la misión educativa de las familias” (No. 279).
De la misma manera que la familia está considerada como la pequeña iglesia doméstica, donde debe reinar el amor, el diálogo, el respeto y la justicia, y donde se aprende a orar en familia. Como nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La familia cristiana es el primer lugar de la educación en la oración ... es la “iglesia doméstica” donde los hijos de Dios aprenden a orar “como Iglesia” y a perseverar en la oración” (CIC, No. 2685).
La hermana Guadalupe Flores, de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de la Victoria, es la coordinadora de Formación de Fe para Adultos de la oficina de Ministerios Hispanos.