En los últimos meses, hemos presentado los diversos pasos de este camino y centramos nuestra atención en la confluencia del tema de nuestro primer año: la proclamación de la fe, que coincide perfectamente con el "año de la misión" de nuestro Avivamiento Eucarístico Nacional. Hemos reflexionado sobre cómo este primer año de nuestro camino de fe corresponde con nuestro jubileo global, Peregrinos de la Esperanza. Ahora, continuemos conectando Via Fidelis con otro evento importante de la Iglesia universal: el Sínodo sobre la Sinodalidad.

El término “sínodo” significa literalmente "juntos en el camino", por lo que la sinodalidad se refiere al proceso de la Iglesia caminando unida. En su forma más pura, lo que se nos pide es reflexionar sobre cómo, como Iglesia, caminamos juntos y discernir cómo podemos mejorar nuestra unidad. Esta imagen de caminar juntos se refleja en el Avivamiento Eucarístico, un viaje común de la Iglesia en los Estados Unidos, y en la Eucaristía misma, el signo visible de la comunión y un anticipo de nuestro destino celestial.

Parece haber una conexión providencial con el tema del Jubileo 2025, Peregrinos de la Esperanza. Se nos llama "la Iglesia peregrina aquí en la tierra", caminando juntos hacia nuestro destino de comunión celestial, el objeto de nuestra esperanza. Estos tres eventos —el Avivamiento Eucarístico Nacional, el Sínodo sobre la Sinodalidad y el Jubileo— fluyen juntos. Describen la misma realidad de nuestra vida común (comunión) como Iglesia, desde diferentes perspectivas y con diferentes puntos de énfasis.

Como nos muestra esta feliz convergencia de temas, el Espíritu Santo siempre está al mando. Él puede ayudarnos a ver el camino, siempre que abramos nuestros corazones a su guía. Estos temas de peregrinación nos recuerdan una verdad central: la apertura a la guía del Espíritu Santo.

Con esto en mente, también es clara la conexión temática entre la sinodalidad y nuestra Vía Fidelis. Via Fidelis puede traducirse como "el camino fiel" o "el camino de los fieles". Esta última traducción deja claro que es un viaje común que emprendemos como Iglesia. Nuestro "caminar juntos" en esta peregrinación de cinco años es una manera en que la Iglesia Católica en Carolina del Sur vive el llamado a la sinodalidad. Al Proclamar la Fe a los demás en este primer año, debemos "caminar juntos" con ellos, invitándolos activamente a unirse al caminar de la Iglesia global en nuestra peregrinación común.

Estas reflexiones mensuales de Via Fidelis comenzarán a centrar aún más nuestra atención en el tema del primer año: la evangelización (Proclamar la Fe), que comienza el primer domingo de Adviento, el 1 de diciembre. Dedicaremos tiempo a aprender sobre el kerigma, o la proclamación de la salvación en Cristo, como un acto de testimonio y como el núcleo mismo de la fe que proclamamos.

Abramos nuestros corazones al Espíritu Santo al iniciar este viaje. Oremos por su guía para ayudarnos a interiorizar la fe y proclamarla de todo corazón a los demás. La convergencia de los muchos caminos en la Iglesia universal con nuestro camino de peregrinación local debería darnos la confianza de que el Espíritu Santo responderá a nuestra petición y nos guiará adelante juntos.