Acompáñanos para la entronización de la Virgen de Guadalupe
Temprano en la mañana, cinco de la mañana efectivamente, del miércoles 12 de diciembre de 2003, al mercurio sólo le alcanzó la fuerza para llegar a los 31F (1C). Lo recuerdo vívidamente por tres razones: No estaba preparado para ése frío, creí que era una pérdida de tiempo cubrir el evento que me había asignado y fue mi primera fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
Temprano en la mañana, cinco de la mañana efectivamente, del miércoles 12 de diciembre de 2003, al mercurio sólo le alcanzó la fuerza para llegar a los 31F (1C). Lo recuerdo vívidamente por tres razones: No estaba preparado para ése frío, creí que era una pérdida de tiempo cubrir el evento que me había asignado y fue mi primera fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
La programación inició con 15 minutos de retraso cuando cerca de 200 voces comenzaron a entonar “la Guadalupana” en la ermita que la comunidad latina había construido dos años antes a un lado de la iglesia de St. Thomas the Apostle, en North Charleston. La luz era escasa, el frío intenso calaba en mis huesos y la cámara con que reportaba parecía pesar una tonelada. Entre canto y canto las manecillas del reloj anunciaron las 6:30 y el grupo, a esa hora de 300 personas, se dirigió al salón comunal donde tomaron una bebida caliente y un pedazo de pan. “Nos vemos a las seis”, fue la expresión que más escuché al despedirnos.
A la hora señalada, más 30 minutos, comenzó una procesión que dio vuelta a los predios de la parroquia, el número de asistentes de la mañana fácilmente se había duplicado. Al salir estaba lista la comida. Mujeres de la comunidad habían cocinado todo el día para saciar el hambre del grupo de guadalupanos que abarrotó entonces, igual que lo hace ahora, esa parroquia y todas en las que se celebra la festividad. El programa lo he visto repetirse 10 a 17 veces, sólo se suspendió durante la pandemia.
Este año, el obispo Jacques Fabre-Jeune, CS, rendirá un homenaje especial a la Patrona de América. Oficiará la Misa y una hermosa procesión alrededor de la Cathedral of St. John the Baptist, 120 Broad Street, en Charleston, a las 6 p.m. en 12 de diciembre. Sobre el costado derecho al lado del altar, su entronizará una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Al concluir habrá una recepción en el salón comunal.
Hasta el cierre de esta edición, han confirmado su participación las iglesias de St. Patrick, Immaculate Conception y Divine Redeemer con danzas, coros y banderas. La tienda de abarrotes La Mexicana donó el mariachi que acompañará la Misa y recepción.
Contamos con la presencia de todos los devotos de esta admonición Mariana, será una fecha especial para mostrar la pujante presencia de la comunidad hispanohablante en Carolina del Sur y cada uno de nosotros que participamos contar que estuvimos presentes el día en que se entronizó a la Guadalupana en la catedral.
Una invitación en vídeo del obispo Fabre está disponible en el canal diocesano de YouTube.