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 | Por Sheri Wohlfert

¿Qué sigue después de la escuela secundaria?

Ayudar a los adolescentes a planificar sus vidas después de la escuela secundaria es una gran tarea. Es poderosa, porque es emotivo para los padres pensar en que sus hijos crezcan y se enfrenten al mundo. Es poderosa, porque la sociedad les ha dado a los adolescentes una visión bastante sesgada de cómo es el éxito y el éxito futuro. Quiero ofrecer algunas reflexiones sobre esta bifurcación del camino.

 

Primer paso:

Acudir al Padre en oración. Jeremías 29:11 promete que Dios tiene un plan destinado a cada uno de nosotros, por lo que debemos volvernos a él primero para buscar su inspiración y guía. Como padres, debemos orar para que nuestros hijos se rindan a Su voz, en lugar de a los sonidos del mundo. No es un código secreto que haya que descifrar; el Padre que nos creó perfectamente se complace en mostrarnos su perfecta voluntad para nuestra vida.

Nueva pregunta:

En lugar de preguntar "¿Cuáles son tus planes después de la graduación?", intente preguntar "¿Qué te gusta hacer?" o “¿En qué tipo de persona quieres convertirte?”. Concéntrese en lo que les trae alegría y despierta su pasión, o lo que les permite compartir sus dones y talentos únicos con el mundo.

El panorama general:

Ayude a su hijo adolescente a dar un paso atrás y reflexionar sobre las preguntas: "¿Cómo le gustaría mejorar el mundo?" y “¿Con qué dones, talentos y habilidades te ha creado Dios para ayudarte a hacer eso?”

Comience:

A medida que las posibilidades comiencen a surgir, cree una lista corta. Entonces comience y pruébelas. Dedique tiempo a hablar, escuchar, mirar y hacer las cosas de la lista. Si su hijo quiere ser maestro, por ejemplo, hacer un trabajo de observación por la tarde no le dará una imagen clara; ayúdele a encontrar un lugar en el que pueda involucrarse realmente.

Verdad:

La universidad es fabulosa, pero no es la única opción; ni siquiera es la mejor, en muchos casos. Nuestros hijos no son ciudadanos de segunda clase, si eligen una educación distinta a la universitaria. Necesitamos alentar a nuestros hijos a dejar que sus pasiones y habilidades dicten su experiencia posterior a la escuela secundaria. La escuela de oficios, la universidad comunitaria y una variedad de programas alternativos de capacitación laboral, así como el servicio militar, han producido algunos de los profesionales más felices, exitosos y productivos que conozco.

Tómese el tiempo:

Si su adolescente está buscando y no está seguro, tiene sentido dejar que se tome el tiempo para tomar una decisión que afectará el resto de su vida. Tomarse un año sabático para experimentar e investigar es una gran idea. Un año sabático no es un año de televisión y dormir hasta tarde, es un año de servicio, trabajo, pasantía y oración profunda. Piense en ello como una prueba de manejo de su carrera.

El verdadero trabajo:

Cada uno de nosotros fue creado para ser un santo, y nuestra carrera es un vehículo para fortalecer nuestra santidad; a través de nuestro trabajo, podemos crecer en santidad. Necesitamos orar por esta verdadera obra, tanto como lo hacen nuestros hijos. Estar abierto es vital: a una vocación, a una carrera, a un camino educativo, y principalmente abierto al hecho de que Dios puede estar llamando a nuestros hijos a hacer algo que ni siquiera imaginamos.

Pensamiento final:

Cualquiera que sea el camino y el trabajo que elijan nuestros hijos, debemos recordarles que elijan algo que les ayude a llevarlos al cielo y les permita dar gloria a Dios.


Sheri Wohlfert es maestra de escuela católica, oradora, escritora y fundadora de Joyful Words Ministries. Sheri bloguea en www.joyfulwords.org.