Comprender la veneración al Inmaculado Corazón de María
¿Sabes quién va a triunfar al final de los tiempos? ¿Conoces a quién será dedicada la victoria, quién tendrá el reconocimiento y la mayor veneración? Ya está dicho, ya es un compromiso de parte de Dios, aquí te lo comparto:
¿Sabes quién va a triunfar al final de los tiempos? ¿Conoces a quién será dedicada la victoria, quién tendrá el reconocimiento y la mayor veneración? Ya está dicho, ya es un compromiso de parte de Dios, aquí te lo comparto:
“Habéis visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que os diga se salvarán muchas almas y tendrán Paz (...) al final, mi Inmaculado Corazón triunfará”. (Aparición de Nuestra Señora en Fátima)
Pero lo anterior no sucederá de la noche a la mañana, es un proceso silencioso y continuo. Es más, incluso el corazón de María ha tenido también un proceso de crecimiento, maduración y entrega a la divina voluntad. En este punto podrías preguntar ¿acaso su corazón no estuvo siempre listo, no era insuperable y conocía en perfección la voluntad de Dios?
En el pasaje del Evangelio en donde Cristo es hallado en el templo, vemos que los corazones de San José y de Nuestra Señora aún no estaban listos para comprender la voluntad del Padre “Jesús les respondió: ‘¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?’ Ellos no entendieron lo que les decía” (Lc 2,49-50).
Sin embargo, justo después de este evento, vemos que: “Su madre conservaba estas cosas en su corazón” (Lc 2,51). Esto nos revela que María iba madurando en gracia y creciendo en sabiduría, como también se sabe que Cristo lo hacía en la casa de Nazaret. Es cierto que ella fue concebida inmaculadamente, pero eso no niega que necesitara del proceso de crecimiento y maduración que exigió su naturaleza humana.
¿Cómo conservaba María todas estas cosas en su corazón? La manera en que ella lo hacía no es como nosotros lo hacemos, que rumiamos y perdemos la paz al darles miles de vueltas a los asuntos que nos aquejan. En cambio María ponía las situaciones en presencia de Dios, de esta manera aprendió a ver la vida según la mirada divina y pudo entender, y en especial amar, todas las cosas desde el corazón de su hijo.
Es así como estos dos corazones, el de Jesús y el de María, empezaron a latir al unísono porque el reflejo más perfecto del corazón de Jesús es el corazón de María. Ella siente y ama desde el corazón de Cristo.
Entonces, ¿en qué consiste esta devoción al Inmaculado Corazón? Antes que nada, es preciso recordar que el triunfo de su corazón es una promesa, y se logrará por medio de la oración y la penitencia. El arrepentimiento y la expiación amortiguarán los castigos que los sucesos de los últimos siglos han hecho recaer sobre la humanidad, e incluso podrían evitarlos del todo.
Además, si el corazón de María es el reflejo del corazón de Jesús y ambos laten al unísono, estamos venerando ambos corazones cuando tenemos devoción hacia alguno de los dos.
La devoción al Inmaculado Corazón es una de las más elevadas y provechosas que podemos cultivar, es señal de un gran progreso en la vida de piedad; consiste en dejar moldear nuestro corazón como ella lo dejó moldear durante su vida terrenal. Significa entregarle cada situación a Dios y pedirle a María que nos enseñe a verlas desde los ojos de Cristo, que nos enseñe a abandonarnos a la voluntad del Padre y a ser dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo.
En esta fiesta de su Inmaculado Corazón, pidámosle a María que nos ayude a unir nuestro corazón al de Cristo, que nos enseñe a dejar de rumiar y en su lugar, que aprendamos a llevar cada situación a Dios para que las entendamos desde la perspectiva divina. Entonces podremos amar adecuadamente.
Pidamos la gracia de que nuestro corazón también lata al unísono con los corazones de Jesús y de María, que sea ella quien eduque y forme nuestro corazón. En el Inmaculado Corazón de María aprenderemos a habitar en el corazón de Cristo; así seremos parte de la gran victoria que ya está asegurada.
Cristina Umaña Sullivan es socióloga cultural que se ha dedicado a la evangelización durante más de 10 años, con especialidad en Teología del Cuerpo y en la creación de identidad desde la perspectiva cristiana. Envíele un correo electrónico a fitnessemotional@gmail.com.