Una encíclica, según el Catecismo de la Iglesia Católica, es “una carta pastoral escrita por el Papa y enviada a toda la iglesia y a veces a todo el mundo, que expone la enseñanza de la iglesia en una materia importante. Las encíclicas son expresiones de magisterio papal ordinario” (cf CIC).

Con esta carta encíclica, el Papa “hace una invitación urgente a un diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta” (Laudato si’ 14). Esta invitación es para todas las personas que vivimos en la tierra, especialmente a toda la Iglesia Católica para que seamos más conscientes del daño que estamos causando a nuestra Casa Común.

Cuando el Papa se refiere a esta como la “casa común”, nos invita a preguntarnos cómo cuidamos de nuestra propia casa. La limpiamos y tratamos de ponerla muy hermosa para poder vivir en ella de una manera digna.

Lo hermoso en esta encíclica es que el Papa relaciona cómo debe ser la belleza de la casa con el modo como se vive en ella. Por esto se puede entender que la ecología según el Papa no solo es cuidar por el mundo sino cómo vivimos dentro de ese mundo para no destruir la vida y, de esta manera, ser responsable de dañar el medio ambiente.

Por eso, el Papa Francisco identifica los problemas urgentes de la ecología moderna, para que seamos más conscientes del daño que estamos causando al medio ambiente. Según Laudato si’ los problemas ambientales de la ecología moderna que son, “la contaminación del medio ambiente y el cambio climático” (20-26); el tema del agua (27-31); la pérdida de biodiversidad (32-42); la disminución de la calidad de vida humana y la destrucción de la sociedad (43-47); y la desigualdad global (48-52).

Con todo lo anteriormente mencionado, el Papa nos está invitando no solo a identificar el problema ecológico, sino como nosotros debemos conocerlo y educarnos en estos problemas tan urgentes. El Papa sostiene que la “educación ecológica” debería proporcionar información y tratar de formar hábitos; y debe ocurrir en todas partes de la sociedad: “En la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis … instituciones políticas y varios otros grupos sociales … y todas las comunidades cristianas” (LS 213-214).

Laudato si’ nos da mucha esperanza y, al mismo tiempo, nos llama a cuidar nuestra casa común, lo que significa cuidar la tierra y de nosotros mismos porque todos somos responsables de la tierra.

El Papa dice: “Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios” (LS 84). Por esta razón, somos responsables de cuidar nuestro medio ambiente, o nuestra casa común, como nos llama a hacer el Papa Francisco.