Tradiciones navideñas latinoamericanas
“Nosotros tenemos otras tradiciones, y en esta casa no habrá árbol de Navidad”, fue la respuesta de mi padre cuando allá por la década del 60 del siglo pasado, sus hijos le pidieron uno de los pinos de plástico que exhibía Sears en sus escaparates. Dos décadas más tarde, la misma solicitud tuvo una respuesta similar, solo que ahora la recibían nuestras tres hijas.
“Nosotros tenemos otras tradiciones, y en esta casa no habrá árbol de Navidad”, fue la respuesta de mi padre cuando allá por la década del 60 del siglo pasado, sus hijos le pidieron uno de los pinos de plástico que exhibía Sears en sus escaparates. Dos décadas más tarde, la misma solicitud tuvo una respuesta similar, solo que ahora la recibían nuestras tres hijas.
El Pesebre
El pesebre llegó a América Latina durante el proceso de cristianización. La idea de Francisco de Asís, en 1223, de representar el nacimiento de Cristo recibió el beneplácito del Papa Honorio III el 10 de diciembre en Greccio, Italia. Francisco, con la ayuda de Juan de Greccio, comenzó a trabajar en el proyecto. Nueve días antes de la navidad celebró una misa en campo abierto, y los habitantes del pueblo presenciaron el nacimiento de una de las tradiciones más extendidas del catolicismo.
Los misioneros que desembarcaron la Pinta, la Niña y la Santa María entendieron que la mejor manera de evangelizar giraba en torno a los símbolos. Los franciscanos que llegaron años después los usaron como herramienta de conversión de los pueblos indígenas. La primera referencia de un Belén en América Latina, data a finales del siglo XVI en Taxco, estado de Guerrero, México. Cuentan que los miembros de la comunidad franciscana incorporaron la flor de Cuetlaxóchitl, también conocida hoy como flor de Navidad.
El Día de las Velitas
Pero esta tradición está relacionada con la Luz. El Día de las Velitas dio inicio a la temporada navideña al sur del Río Bravo por casi cinco décadas. La celebración nació a partir de la bula papal Ineffabilis Deus de Pio IX en 1854, con la que promulgó el dogma de la Inmaculada Concepción. En carta adjunta, les pidió a los romanos que alumbran sus casas para recibir el dogma, y ellos respondieron colocando velas y faroles en las ventanas. Alumbrar con velas y farolillos arraigó en Colombia, parte de Ecuador y Perú, y de ella se derivaron las iluminaciones que en su mayoría se encienden el 7 de diciembre, víspera de la fiesta de la Inmaculada Concepción. Las iluminaciones más reconocidas e impresionantes son Medellín, Río de Janeiro, Ciudad de México, Lima y Mayagüez, en Puerto Rico.
Una vez que comienza la temporada hay que celebrarla y, para hacerlo, no hay nada mejor que recurrir a la diversa gastronomía del sur del continente. Para conocer las tradiciones hablé con miembros de la variopinta comunidad de mi parroquia.
Argentina
En Argentina, arman el árbol de navidad el 8 de diciembre, asisten a la Misa de Gallo a las 12 de la noche, luego cenan y abren los regalos que trajo Papa Noel. En esta sociedad que recibió una gran inmigración europea durante finales del siglo XIX y comienzos del XX, aparecen el turrón, la garrapiñada y el panetón como elementos que deben, sí o sí, estar en la mesa.
Chile
En Chile, un país más secular, el árbol se arma unas semanas antes, se acumulan los regalos bajo él y se comparten luego de la cena, en la que son obligatorios el pan de pascua y la bebida cola de mono -una combinación de café, leche, aguardiente, azúcar y canela.
El Salvador, Guatemala y Honduras
En El Salvador, Guatemala y Honduras, el uso de pólvora antes y después de la misa de Gallo engalana los cielos y las fiestas, y los niños toman sus regalos del árbol de navidad, en el que previamente se han dispuesto. Durante los días previos y en la cena de navidad se incorporan los tamales de maíz con pollo, cerdo, o pasas en su interior acompañados de una bebida caliente.
Costa Rica
En esta región y Costa Rica, durante los nueve días anteriores se rezan las posadas, recordándonos la peregrinación que hicieron José y María desde Nazaret hasta Belén en busca de un sitio donde alojarse y esperar el nacimiento del hijo de Dios.
República Dominicana
El árbol de Navidad dominicano se llama charamico. Está hecho de forma artesanal de madera y puede ser pintado de varios colores o decorado con bolas y renos. Los Aguinaldos y Angelitos son otras de las tradiciones. El Aguinaldo se basa en una reunión de amigos donde, al ritmo de la tambora, acordeón y güira, se cantan villancicos de casa en casa, y se sirve chocolate caliente, té de jengibre, café, galletas o pan.
Los Árboles de Navidad
Como podemos ver, los árboles de navidad llegaron para quedarse en América Latina como producto del fenómeno globalizador, y sin considerar que representan la capacidad de supervivencia en la adversidad climática -en el hemisferio norte es invierno, mientras que en el sur es verano.
“La tradición otorga a Lutero el dudoso honor de instaurar el árbol de navidad. En un principio cuentan que, durante una noche estrellada, Lutero dirigió su mirada a un abeto y las estrellas parecían salir de él. Esto le llevó a pensar en la estrella de Belén. Su segundo paso fue colgarle bellotas, castañas y avellanas de las ramas para recordar los dones que los hombres recibieron de Jesús. Esta costumbre se extendió por Alemania al igual que el protestantismo y, poco a poco, se le añadieron nuevos elementos como bolitas, guirnaldas, etc” (del artículo Punto en contra del árbol, revista Eubacteria, Universidad de Murcia).
México
Continuamos nuestro recorrido a México y sus tradiciones con las que nos hemos familiarizado la mayoría de los inmigrantes. El 12 de diciembre, fiesta de la Virgen de Guadalupe, abre su temporada. En las posadas, los anfitriones ofrecen el tradicional atole acompañado de pan dulce y los niños rompen una piñata con la que concluye la reunión. Pasajes bíblicos y, en algunos casos, cuadros alegóricos del texto compartido se acompañan de villancicos y forman parte del novenario.
Colombia
Regresamos a mi amada Colombia y les comento que, durante la novena, los villancicos, los buñuelos, la natilla y el arroz de leche son parte de las delicias que se disfrutan durante los encuentros, mayoritariamente familiares, con que nos preparamos para recibir al Niño Dios la medianoche del día 25. La tradición mandaba rezar y cantar alrededor del pesebre y luego buscar los regalos al pie de la cama.
La batalla la ganó el árbol, pero en mi casa siempre recordaremos que nuestro Salvador nació en un pesebre y vamos a preservarla. El 16 de diciembre, un anfitrión abrirá la novena con la tradicional oración: “Benignísimo Dios de infinita caridad” …
Edgar G. Ángel es coordinador del Ministerio Hispano en la iglesia de St. Thomas the Apostle, en North Charleston. Enviale un email a eangel@charlestondiocese.org.