San José tenía muchos valores que agradaban a Dios. Por eso Dios lo eligió como parte de la Sagrada Familia y, sobre todo, para educar a Jesús con las virtudes que tenía. Estas virtudes son las siguiente:

Una de las grandes virtudes que se destaca en San José es la humildad. Esta virtud consiste en reconocer los errores y no dejarse dominar por el ego propio. Esta es la virtud que Jesús vio en José y se la inculcó. Para que Jesus pudiera transmitir correctamente la palabra de su Padre, tuvo que ser guiado por un hombre humilde. Según la biblia, era un hombre sencillo y humilde y de profesión carpintero. En esa época, todas las personas que tenían una profesión eran respetados por la comunidad.

Juan nos dice: “Yo soy el pan bajado del cielo. Y decían: ¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José?” (6, 41-42). En estos versículos, Juan nos recuerda que la comunidad veía a José como un hombre simple, dedicado a su familia y al trabajo, y enfatiza su humildad.

Por esta razón, gracias a la humildad, Jesús no se dejó llevar por su condición divina, al contrario, siguió el ejemplo de San José, que modeló el carácter del hijo de Dios.

San José tenía una profunda fe, y esta virtud se puede destacar en varios momentos de su caminar. Se dice que la fe y el amor son capaces de mover montañas y por eso se menciona la gran fe de San José. Esta virtud fue muy importante para que San José pudiera vivirla.

En la Biblia encontramos claros ejemplos de la fe de José. Por ejemplo, en Deuteronomio 6, 4-7, San José demostró su gran fe en Dios al educar a Jesús en la fe. Este es uno de los valores más importantes que todo cristiano debe vivir, ya que San José fue un hombre creyente en Dios y fiel servidor.

Ser buen trabajador es virtud de todo buen cristiano. Todo cristiano que cumple con esto se acerca más a Dios, fortalece su cuerpo y enfoca su espíritu en Dios. San José era conocido por su condición de artesano, puesto que su oficio era carpintero, y le enseñó este oficio a Jesús.

El Papa Francisco nos dice: “Toda persona de bien, debe trabajar para llevar el pan de cada día a la mesa de forma honrada. San José supo inculcar el valor del trabajo a su hijo y no solamente eso, es un gran ejemplo del Padre trabajador que la cristiandad busca en sus fieles”.

"... gracias a la humildad, Jesús no se dejó llevar por su condición divina, al contrario, siguió el ejemplo de San José, que modeló el carácter del hijo de Dios”

Es importante trabajar. El Génesis nos dice: “Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara” (2, 15).

Todo padre de familia debe ser el líder del seno familiar y por ende ser el protector de su familia. Otra de las virtudes que todo padre de familia debe tener. Un ejemplo muy claro es cuando San José llevó a su familia hacia Egipto, para que su esposa e hijo crecieran lejos del peligro que suponía el reinado de Herodes, quien había hecho matar a todos los niños menores de tres años que había en la región de palestina.

San José indudablemente fue obediente y temeroso de Dios. Todo esto se puede afirmar al ver que él acogió a María, pensando que ella pudo haberle sido infiel. Pero José asumió su responsabilidad como padre terrenal de Jesús sin dudar.

Por todas estas razones, San José es venerado como cabeza de la Sagrada Familia. Para los padres cristianos, el ejemplo más adecuado de una devoción y fe que pueden tener es el seguimiento y vivencia de las virtudes de San José.