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El llamado a "un mejor tipo de política"

En la encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco insta a los católicos, y a todas las personas de buena voluntad, a buscar “una mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (nro. 154).

Pero ¿qué quiere decir el Papa Francisco con una mejor política? Para descifrar esta frase, necesitamos entender cómo la Iglesia entiende la “política”. Los católicos estadounidenses pueden asumir comprensiblemente que “política” se refiere a actividades partidistas que ocurren durante la temporada de elecciones, incluidos los esfuerzos de los partidos políticos para promover a un candidato sobre otro, o “monólogos paralelos” disfrazados de diálogo en televisión (nro. 200). Este tipo de actividades no es a lo que se refiere el Papa Francisco cuando nos insta a “un mejor tipo de política”.

Más bien, el Papa Francisco se refiere a aquellas actividades a través de las cuales podemos llevar la luz de nuestra fe a la plaza pública para promover el desarrollo humano integral, la solidaridad, la justicia y el bien común. Nuestro compromiso puede tomar una variedad de formas.

La participación regular

La participación regular en las elecciones a nivel local y nacional son formas importantes de participación política que reciben mucha atención. Igualmente importantes (aunque menos glamorosas), son la participación en las reuniones del consejo de la ciudad o en las juntas escolares, así comosaber dónde y cómolos fondos se asignan en nuestra comunidad, entendiendo qué problemas afectan más a nuestros vecindarios, qué ciclos de pobreza están trabajando en contra de nuestros vecinos y participando en procesos que abogan por un cambio positivo.

Todos estos son ejemplos de cómo los católicos pueden practicar lo que el Papa Francisco describe como “política de caridad”. Él escribe: “Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad. Porque un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en ‘el campo de la más amplia caridad, la caridad política’.Se trata de avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social. Una vez más convoco a rehabilitar la política, que ‘es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común’” (nro. 180).

Cuando participamos en las actividades mencionadas anteriormente, nos involucramos en la política apropiada a nuestro llamado y responsabilidad como personas de fe. Sin embargo, como seres humanos, puede haber ocasiones en las que nuestro compromiso no refleje la caridad a la que estamos llamados. Por ejemplo, podemos participar en ataques personales o insultos en las redes sociales, no buscar la verdad o tener miedo de examinar críticamente las posiciones de los grupos a los que podemos pertenecer. Podemos caer en estas actividades como individuos, o podemos observar estos hábitos negativos en las acciones de nuestros funcionarios electos.

Comprometernos con caridad

Debemos comprometernos con caridad y respeto. Debemos derribar muros y construir la cultura del encuentro. En nuestras comunidades, también debemos comprometernos con estos principios en mente. Construimos “una mejor política” identificando valores comunes. Escuchamos para comprender. Buscamos la verdad juntos. Buscamos el bien común a través de valores compartidos, y respondemos al llamado de “sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación” (nro. 276).

Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para garantizar que nuestros sistemas reflejen un compromiso con la dignidad humana. El proceso político no está reservado únicamente para quienes ocupan cargos públicos u oficiales. El auténtico compromiso puede tomar muchas formas, pero siempre se basa en nuestro reconocimiento mutuo como hijos amados de Dios. Tenemos la responsabilidad de cuidarnos los unos a los otros no solo con palabras y pensamientos, sino también con acciones.

Trabajar juntos hacia ese fin significa participar en el proceso político de manera que refleje estos valores: “Para hacer posible el desarrollo de una comunidad mundial, capaz de realizar la fraternidad a partir de pueblos y naciones que vivan la amistad social, hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (nro. 154).

Llamado del Evangelio

Como católicos, creemos que nuestro bautismo imparte una responsabilidad más profunda de cuidar a nuestras hermanas y hermanos, especialmente a aquellos que son ignorados, excluidos o marginados de nuestra comunidad. Como seres humanos, nos organizamos en familias, pueblos y países.

Las políticas de cada uno de estos ámbitos expresan nuestros valores como pueblo. Ponemos en acción nuestro llamado evangélico a amarnos unos a otros al abogar por políticas que apoyen el florecimiento de todas las personas. Los medios a través de los cuales nos involucramos y cómo trabajamos unos con otros también deben reflejar nuestros valores. Este es un mejor tipo de política.

¿Cómo podemos iniciar?

  • Haga la promesa comprometiéndose con la caridad, claridad y creatividad en su comunidad en CivilizeIt.org.
  • Comparta su compromiso en las redes sociales utilizando el hashtag #CivilizeIt.
  • Invite a sus amigos y familiares a hacer lo mismo al compartir oraciones y recursos que ayuden a “construir un mejor tipo de política”.

Copyright © 2021, United States Conference of Catholic Bishops. Todos los derechos reservados. Este texto puede reproducirse en su totalidad o en parte sin alteración para uso educativo sin fines de lucro, siempre que dichas reimpresiones no se vendan e incluyen este aviso. Puedes encontrar otros recursos y oraciones en civilizeit.org. #CivilizeIt