El año litúrgico nos ayuda a vivir y celebrar nuestra fe en profundidad
A inicios de la Iglesia naciente, se dio cuenta de la necesidad de plasmar todos los eventos que Jesús realizó durante su vida. El año litúrgico en un principio estuvo conformado con la celebración del domingo como día del Señor, posteriormente vino la Pascua, en la que celebramos la resurrección de Jesús, que es la celebración central de todos los católicos. Después, se acordó celebrar el nacimiento de Cristo en el solsticio de invierno. Posteriormente vinieron más eventos, fechas y rituales para dar origen al calendario litúrgico que tenemos en la actualidad. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) nos dice, “El Año Litúrgico es el desarrollo de los diversos aspectos del único misterio pascual. Esto vale muy particularmente para el ciclo de las fiestas en torno al Misterio de la Encarnación (Anunciación, Navidad, Epifanía) que conmemoran el comienzo de nuestra salvación y nos comunican las primicias del misterio de Pascua” (CIC No. 1171).
El calendario litúrgico está formado de diferentes tiempos que nos ayudan a vivir y celebrar con profundidad nuestra fe. Estos tiempos litúrgicos son los siguientes:
El Adviento: es el inicio del calendario que significa la venida o llegada de nuestro Señor Jesucristo. Son cuatro semanas de preparación para esta llegada tan esperada, el color que se usa en esta época es el morado.
Navidad: tiempo donde nosotros celebramos el nacimiento de Jesús en una familia. El color que se utiliza es el blanco que simboliza alegría, pureza. Al mismo tiempo, celebramos la manifestación de Dios a todos los pueblos de la tierra.
Tiempo ordinario: es un tiempo donde nosotros celebramos una diversidad de fiestas, por ejemplo; de los santos. El color que se utiliza es el verde que simboliza la esperanza. Este tiempo abarca 33 a 34 semanas.
Cuaresma: tiene una duración de 40 días. Inicia el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Para nosotros los católicos es un tiempo de ayuno, perdón, reflexión y reconciliación.
Triduo Pascual: es el periodo más importante porque recordamos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Comienza el Jueves Santo y termina el Domingo de Pascua. En este tiempo se utilizan los colores rojo y blanco.
La Pascua: “La Pascua no es simplemente una fiesta entre otras: es la Fiesta de las Fiestas, Solemnidad de las solemnidades, como la Eucaristía es el sacramento de los sacramentos (‘el Gran Sacramento’). San Atanasio la llama ‘el gran domingo’, así como la Semana Santa es llamada en Oriente “la gran semana”. El Misterio de la Resurrección, en el cual Cristo ha aplastado a la muerte, penetra en nuestro viejo tiempo con su poderosa energía, hasta que todo le esté sometido” (CIC No. 1169).
En conclusión, podemos decir que la liturgia es la manera cómo nosotros celebramos los diferentes eventos que la Iglesia celebra durante el año. Este calendario litúrgico nos especifica los tiempos y rituales que se fundamentan en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. De la misma forma, la Iglesia nos recuerda anualmente el nacimiento del hijo de Dios en un pesebre.
La hermana Guadalupe Flores, OLVM, es la coordinadora de Formación de Fe de Adultos para la oficina del Ministerio Hispano.