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 | Por Erick Viloria

Celebrando a la Virgen del Rosario de Nuestra Señora de Chiquinquirá en Carolina del Sur

La celebración mariana más esperada por la población católica del Estado Zulia, Maracaibo, Venezuela, es la de la Virgen del Rosario de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Se lleva a cabo el último sábado de octubre de cada año y consiste en el descenso de la imagen de la Virgen de Chiquinquirá o La Chinita, como la llaman cariñosamente los zulianos. Ella desciende desde su altar o nicho a través de una plataforma inclinada, rampa o tobogán ubicado en el altar mayor de la Basílica de Chiquinquirá y San Juan de Dios, también conocido como el Santuario Mariano del Zulia, y es conducida hasta el pórtico del templo, donde el clero y sus feligreses la esperan para venerarla. Durante el recorrido, se entonan cantos y oraciones, acompañados de la música autóctona de la región llamada Gaita Zuliana.

La gaita zuliana es un ritmo musical autóctono que se toca al son de instrumentos como el cuatro venezolano, la tambora, el furruco y la charrasca. A través de esta música, se transforman oraciones y cánticos en serenatas para rendir homenaje a la Patrona de los Zulianos. Las gaitas anuncian que la Virgen comienza su recorrido hasta llegar a la multitudinaria congregación de fieles que la esperan fuera de la basílica para darle gracias con rezos, oraciones, cánticos y vítores a la tan esperada Madre de Dios, María de Chiquinquirá.

La imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá fue encontrada en las orillas del lago Coquivacoa (lago de Maracaibo) por una humilde anciana llamada María Cárdenas que se dedicaba a lavar ropa. Un día, al terminar su faena diaria, observó que una pequeña tabla (trozo de madera) flotaba cerca de la orilla donde estaba lavando. La tomó y, al ver que estaba en condiciones de darle más uso, se la llevó a su casa para cubrir la tinaja de agua destinada al consumo, protegiéndola de la arena.

Después de unos días, notó que la tablita comenzaba a mostrar una imagen apenas distinguible que parecía ser una figura religiosa. Por esta razón, decidió colocarla en la pared de su humilde hogar.

Una mañana del 18 de noviembre de 1709, escuchó algo golpear la pared de su casa, y esto sucedió en tres ocasiones. Ante tal situación, se dirigió al lugar donde estaba colgada la tablita y, sorprendida por lo que veía, se inclinó en el rústico suelo. Al observar que la imagen de la Virgen se veía claramente, rodeada de una fuerte luz y rayos destellantes, comenzó a rezar y exclamó: "¡Milagro, milagro!" Corrió a la calle del vecindario para anunciar lo que estaba sucediendo.

Después de este evento de fe, las autoridades eclesiásticas acudieron a la humilde casa y, al enterarse de lo sucedido, el obispo de Maracaibo decidió trasladar la imagen desde la casa de María a la catedral, que era la iglesia más cercana. En las cercanías de la casa de la lavandera, existe una capilla donde se veneraba a San Juan de Dios.

Cada 18 de noviembre se celebra el Día de la Renovación Milagrosa del cuadro o retablo de la Virgen de Chiquinquirá en tierras zulianas. El clero y la feligresía se reúnen en la Basílica de Chiquinquirá y San Juan de Dios para celebrar el día de su amada Chinita con una solemne Eucaristía, ofrendas, serenatas a la Virgen y una multitudinaria procesión por las calles de Maracaibo. Este año 2024 se celebran 315 años de la aparición de la tablita y del milagro de renovación que cambió la vida espiritual de los zulianos.

Cada primer sábado de diciembre se celebra la Aurora Chiquinquireña, donde nuevamente el pueblo del Zulia se reúne para una solemne Eucaristía de despedida y culminación de las festividades en su honor. Esta Eucaristía se realiza a las 12 de la medianoche, seguida de una procesión durante toda la madrugada, retornando a la basílica al amanecer, donde la imagen es nuevamente resguardada en su nicho o camarín en el altar mayor de su basílica.

La comunidad venezolana que reside en Charleston también celebra esta tradición zuliana. Por tercer año consecutivo, se lleva a cabo la Bajada de La Chinita, la celebración del 18 de noviembre y la Aurora Chiquinquireña, ante la presencia de cientos de fieles devotos de María del Rosario de Chiquinquirá.

Esta celebración demuestra su gran amor por la Virgen y el fervor mariano por la madre de Dios en los corazones de los católicos del centro de Charleston.

El 26 de octubre se celebrarán en parroquias de North Charleston las celebraciones por la bajada de la Chiquinquirá (la Chinita de Maracaibo). 


Erick Enrique Viloria Duno es originario de Maracaibo, Venezuela, y actualmente vive en Charleston, Carolina del Sur. Envíele un correo electrónico a erickviloriad@gmail.com.