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 | Por Cristina Umaña Sullivan

El rosario diario: una fuente de grandes y poderosos milagros

Cuando empezó la pandemia en el 2020, una prima de mi mamá, a la que le decían “Monina” de cariño, se contagió de COVID. Fue una de las primeras personas en Colombia infectada, ya se imaginarán el susto y el pánico que eso despertó entre nosotros.

Esta situación hizo que como familia nos uniéramos a rezar el rosario a las 8pm, y gracias a que era virtual nos pudimos conectar desde diferentes lugares del mundo. Empezamos sólo los primos y tíos, pero pronto se unieron los primos de mis tíos y sus hijos. Semanas después, Monina falleció por COVID, y con más razón seguimos reuniéndonos para rezar por su alma. 

Hoy en día, tres años después de ese evento, seguimos conectándonos diariamente vía Zoom a rezar en familia a la misma hora. Se ha regado la voz, y nos han pedido que recemos por muchas otras personas, enfermos, necesidades y circunstancias. La verdad es que hemos visto la poderosa intercesión de la Virgen acudir en ayuda de las intenciones que ponemos en nuestra oración compartida, abriendo los corazones a la voluntad de Dios y derramando copiosas gracias. Ha sido realmente “milagroso” ver los frutos que el rosario en familia ha traído a toda nuestra comunidad. No quiero publicar las situaciones por las que hemos rezado para proteger la privacidad de quienes han acudido a nosotros, pero hemos visto la conversión de pecadores en peligro de muerte, la sanación física de personas con casos muy delicados, y también pequeños regalos que nos han alegrado nuestras vidas en momentos de angustia. 

La Virgen María le hizo 15 promesas a Santo Domingo de Guzmán para quienes recen el rosario con fe y devoción. Son fáciles de encontrar en el buscador de Google (recomiendo buscar en fuentes confiables de información como EWTN, ACI prensa, páginas web de parroquias católicas, la página oficial del Vaticano), y por eso no las incluiré en este texto, pero compartiré mis tres favoritas:

  1. El rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herjías. He percibido de manera notoria que se han desterrado varios vicios en mis actitudes, pensamientos y hábitos. Tendré que esperar hasta el momento de mi muerte para corroborar que no iré al infierno.
  2. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán; se otorgará la piedad de Dios en las almas; rescatará los corazones de las vanidades y apegos terrenales, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio. Lo que más me gusta de esta promesa es que es una protección para nuestro corazón, para despertarnos un interés genuino por lo verdaderamente importante.
  3. Son mis niños aquellos que recitan el rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo. Me llena de alegría esta promesa porque es una invitación a participar de la intimidad de la casa de Nazaret, a que nuestras almas sean educadas y custodiadas por la Sagrada Familia. 

En la aparición de La Virgen a Santa Catalina Labouré (de donde procede la medalla y veneración a la Virgen Milagrosa), Santa Catalina vio que la Virgen tenía algo parecido a piedras preciosas en sus manos y algunas brillaban, otras no. Al preguntarle por qué no todas brillaban por igual, la Virgen le respondió: “las que brillan son las gracias que me piden y que con mucha alegría Dios concede por mi intercesión. Las que no brillan, son las gracias que no me piden y se pierden”. No nos cansemos de pedir, no nos cansemos de rezar el rosario. Hay muchas gracias que Dios quiere derramar en nuestros corazones, familias, situaciones personales por medio de la poderosa intercesión de La Virgen María. 

No olvidemos que así como Jesús vino a este mundo a través de Ella, asimismo todas las gracias dadas por Dios pasan a través de las manos de nuestra Santísima Madre. El Padre Pío de Pietrelcina decía: “Amen a la Virgen y recen el rosario, porque su rosario es el arma contra los males del mundo de hoy”. Recemos el rosario con frecuencia: cuesta tan poco pero vale tanto. 


Cristina Umaña Sullivan es socióloga cultural que se ha dedicado a la evangelización por más de 10 años con especialidad en Teología del Cuerpo y creación de identidad desde la perspectiva cristiana. Envíele un correo electrónico a fitnessemotional@gmail.com.