| Por Hna. Guadalupe Flores

La importancia de la acogida en la Iglesia

Uno de los aspectos muy importante que deberíamos tener siempre presente en nuestra Iglesia es la acogida porque es una virtud cristiana que debemos practicar en todo lugar, en todo momento y dondequiera que estemos.

Según el diccionario Larousse la acogida significa “recibimiento ofrecido por una persona en un lugar”. Pero podemos ver su definición más claramente en el artículo del Vaticano, “La acogida, misión evangelizadora”, que nos dice que “La acogida es una virtud o valor humano de incuestionable importancia. Se puede nacer más o menos acogedor, pero también es un valor que se cultiva, se educa. La acogida abre puertas tanto en el que recibe como en el que es recibido”. Por tanto, reflexionaremos lo que es la acogida basándonos en los siguientes puntos:

Algunos valores bíblicos con relación a la acogida: En las sagradas escrituras del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, encontramos referencias relacionadas con la acogida que nos invitan a ser solidarios, misericordiosos, justos y hospitalarios.

  1. “El buen samaritano” (Lc 10, 25-37). En esta parábola resalta la solidaridad del buen samaritano. Por esta razón, Dios nos invita a ser solidarios con todas las personas, especialmente con los más necesitados y, sobre todo, con los extranjeros.
  2. “Reconoce, pues, que Yahvé, tu Dios. Es el Dios fiel, que guarda su alianza y su misericordia hasta mil generaciones a los que lo aman y cumplen sus mandamientos” (Dt 7, 9). Dios es fiel y misericordioso con los que lo aman y nunca le fallan.
  3. “La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común” (Hch 4, 32). Uno de los principios fundamentales para poder acoger es ser justo. La palabra de Dios nos invita a compartir por igual con todos.
  4. “No dejen de practicar la hospitalidad, pues saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo” (Heb 13, 2). San Pablo nos invita a tener un corazón abierto y ser hospitalarios con todos sin discriminación.
  5. El saber acoger al extranjero podría ser el portador de la bendición de Dios. (1 Rey 17, 9-16).

La acogida según algunos santos: También, algunas personas nos han dejado ejemplos de vivir según los principios evangélicos. Entre ellos, podemos mencionar:

  1. San Francisco de Asís vivió acogiendo y dando un recibimiento fraterno a todos aquellos que buscaban apoyo espiritual y a otros con necesidades materiales como, por ejemplo, ropa, alimentos, etc. 
  2. En los primeros siglos, Santa Ana Line (1567-1601) acogió y sirvió a los sacerdotes y otros católicos perseguidos por su fe. Dio hospitalidad a sacerdotes misioneros y, por esta razón, fue condenada a muerte en la horca. Antes de morir, dijo: “Me condenan por haber dado refugio a un sacerdote, ¡ojalá hubiera dado a mil! (“Give Us This Day” p. 275).
  3. Otra santa del siglo XX que se dedicó a acoger a los pobres y marginados y luchó por los derechos de la mujer fue Santa Dorothy Day. Creó un diario llamado “The Catholic Worker” y también abrió una “casa de hospitalidad” en los barrios más pobres de Nueva York. Con ello, esta santa acogió y dio voz a las personas de la calle y dio vida al Evangelio.

La acogida según el Papa Francisco: También, por su compromiso con el Evangelio, el Santo Padre nos recuerda que es muy importante acoger a todos sin distinción. Nos pide que estemos siempre abiertos a acoger con amor fraterno por lo que él nos dice:

  1. “La acogida es expresión de amor, de ese dinamismo de apertura que nos impulsa a prestar atención al otro, a buscar lo mejor para su vida y que en su pureza es la caridad infundida por Dios. En la medida en que está impregnada de esta actitud de apertura y acogida, una sociedad se hace capaz de integrar a todos sus miembros, incluso a aquellos que por diversas razones son ‘extranjeros existenciales’, o ‘exiliados ocultos’, como a veces son las personas con discapacidad, o los ancianos, por ejemplo” (Conferencia formativa de la “Cátedra de la Acogida”, 9 de marzo 2023). Con todo lo anteriormente mencionado, el Papa nos invita a crear una cultura de la acogida en este mundo materialista en el que vivimos.

Una acogida integral:

  1. Es sabido que este país acoge a miles de inmigrantes de distintos países que buscan una mejor vida para ellos y sus familias. Por esta razón, estamos llamados a acoger a todas estas personas para que se sientan bienvenidas. Esta acogida tiene que ser integral porque cada uno tiene diferentes necesidades. Nuestra misión es colaborar, atender y responder a estas necesidades. En su carta encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco nos dice: “Los inmigrantes, si se los ayuda a integrarse, son una bendición, una riqueza y un nuevo don que invita a una sociedad a crecer” (no. 135).

La acogida en nuestra comunidad parroquial:

  1. Después de haber reflexionado sobre lo que es la acogida, podemos ver que estamos llamados a poner en práctica la acogida dentro de nuestra comunidad parroquial. Dar la bienvenida a todas aquellas personas nuevas que se acercan a nuestra comunidad, especialmente cuando desean integrarse a un ministerio específico, haciéndoles sentir bienvenidos y acompañarles hasta que se integren en el grupo.

Por lo tanto, cuando nos dejamos guiar y transformar por Dios, sabremos acoger e imitar a todos aquellos que nos han dado el ejemplo de acoger y apoyar a los más vulnerables. Dice el Papa Francisco: “La revelación bíblica anima a la acogida del extranjero, motivándola con la certeza de que haciendo eso se abren las puertas a Dios, y en el rostro del otro se manifiestan los rasgos de Jesucristo”.


La hermana Guadalupe Flores, OLVM, es la coordinadora de Formación de Fe de Adultos para la oficina del Ministerio Hispano. Envíele un correo electrónico a gflores@charlestondiocese.org.